Freno de Boca o Muzzle Break
Escrito por ArmasCR Staff
La ley de Newton dice (parafraseándola) que a toda acción le corresponde una reacción igual y en sentido contrario. El retroceso es la reacción del rifle a la acción del proyectil mientras es acelerado dentro del cañón. El retroceso es causado por dos factores.
El primero es el proyectil mismo, sobre el cual no podemos hacer nada. El segundo factor está determinado por los gases en expansión, producto de la combustión de la pólvora, que están empujando al proyectil y que también abandonan el cañón junto con él. Los frenos de boca reducen el retroceso redirigiendo parte de estos gases lateralmente de manera que no agreguen o se sumen al retroceso.
Un freno de boca diseñado apropiadamente puede reducir el retroceso en forma significativa. La efectividad real depende en cierta medida del cartucho para el cual se encuentra recamarado el fusil.
Los reductores de retroceso Ahlman predicen una reducción del orden del 50% cuando se los aplica en fusiles de grandes calibres magnum. Mag-na-port International indica una reducción del 45% para su modelo Mag-na-brake:
Browning, cuyo BOSS (Ballistic Optimizing Shooting System o Sistema de Disparo de Optimización Balística) es, simultáneamente, un freno de boca y un dispositivo de ajuste de armónicas del cañón (mejorando la precisión de una recarga o munición dada), indica una reducción en el retroceso del orden de un 30%
Weatherby, señala que su freno denominado Accubrake es el más efectivo del mercado, con una reducción de hasta el 53%
Weatherby llega a comparar la efectividad de su Accubrake contra otros modelos de frenos de boca. De acuerdo con esta firma, empleando un fusil recamarado en .416 Weatherby Magnum para sus pruebas, el "Recoil Reducer" reduce el retroceso en el orden del 39%
El KDF modelo Slimline lo reduce un 40.6%, y el KDF modelo Regular lo reduce en un 49%. Estos dispositivos reducen el retroceso un promedio del 42.86%. Encuentro estas cifras bastante impresionantes.
Los frenos de boca Recoil Reducer, Magna-brake, Accubrake y BOSS se atornillan al extremo del cañón. Esencialmente son un tubo de acero perforado con un diámetro interior mayor que el ánima del cañón. Firmemente ajustados en su lugar, agregan un par de pulgadas de longitud al extremo del cañón, y usualmente, son ligeramente más abultados que el contorno exterior del cañón normal. No existe pérdida alguna en la velocidad del proyectil o cambio en el desempeño balístico del rifle al usar estos frenos de boca.
El proyectil nunca toca este tipo de freno de boca, simplemente pasa a través del orificio del tubo del freno en el momento de abandonar la boca del cañón. Una parte de los gases en expansión que empujan al proyectil también pasan a través del centro del freno de boca y abandonan el cañón de la manera normal. Pero un gran porcentaje del gas pasa a través de los orificios perforados en el cuerpo del freno y son deflectados hacia afuera y en un determinado ángulo hacia atrás. Esta es la manera en que estos dispositivos reducen el retroceso. Realmente funcionan, es simple física.
Existe otro tipo de freno de boca. Son los que se "instalan" perforando (taladrando o cortando orificios en ángulo o ranuras) en el cañón propiamente dicho. Tales frenos no agregan longitud al cañón y, obviamente, no engrosan el diámetro del mismo en su extremo, contrariamente a como lo hacen los frenos roscados.
Son un aditamento prolijo y no se aflojan con el uso. Como contrapartida, reducen ligeramente la velocidad del proyectil, tienden a acumular residuos, hacen que el cañón sea más difícil de limpiar, y, muy importante, no se pueden quitarse del cañón si el usuario o las condiciones lo demandaran.
La famosa firma Mag-na-port corta un total de cuatro ranuras en el cañón. El primer par de ellas está distanciado en un ángulo de 180 grados, en lados opuestos del cañón, comenzando a partir de una distancia de 1,5 pulgadas desde la boca. El otro par se encuentra separado 50 grados entre sí sobre la parte superior del cañón y más cerca de la boca del mismo. Mag-na-port indica que el retroceso se reduce un 15% con su sistema patentado. Otros sistemas similares indican una reducción del 20%. Claramente, los sistemas de perforación directa de los cañones son menos efectivos que los frenos de boca colocados en el extremo del cañón del rifle.
Si la ventaja de los frenos de boca es la reducción del retroceso, su desventaja es un mayor rebufo, un excesivo nivel de ruido. Como siempre ocurre, en el mundo real, todo tiene un precio. El aumento del nivel de ruido con estos dispositivos puede ser, literalmente, ensordecedor, aún para tiradores que usen algún tipo de protección auditiva.
El rebufo producido por un rifle de alto poder equipado con freno de boca es tan sonoro que aún usando protección auditiva el tirador corre el riesgo de sufrir daños permanentes en la audición luego de efectuar unos pocos disparos.
Los protectores auditivos clásicos con forma de tazas que cubren completamente las orejas reducen el nivel de ruido aproximadamente 25 decibeles. Un fusil magnum provisto de freno de boca, como un .300 o un .338 Magnum, produce un nivel de presión sónica -spl- en el rango de los 130 decibeles -dB-. Así el spl dentro del protector auditivo supera los 100 dB, un nivel potencialmente dañino.
Para un cazador en el campo, disparando sin protección auditiva, el estampido generado por un freno de boca lo ensordecerá inmediatamente. Una sordera temporal prácticamente total dura aproximadamente de uno a varios minutos luego de disparar un poderoso rifle magnum con freno de boca.
Posteriormente, casi toda la capacidad auditiva del tirador vuelve, pero una cierta cantidad se pierde en forma permanente, y las pérdidas son acumulativas. Esta es la razón por la cual los rifles de caza equipados con frenos de boca son ilegales en algunas jurisdicciones del África. Han demostrado dañar la capacidad auditiva de parte de los rastreadores y guías que acompañan al cazador y que comúnmente no llevan protección auditiva.
En los Estados Unidos un creciente número de guías de caza mayor se niegan, actualmente, a permitir que un deportista use un rifle provisto de freno de boca por idénticos motivos.
Para el cazador, la mejor opción es un freno de boca que pueda quitarse cuando sea necesario. De esa forma puede usarlo para cuidar su hombro al practicar en el polígono y quitarlo para proteger sus oídos durante la cacería.
Los dispositivos de Weatherby y de Browning son removibles. Cuando el Accubrake de Weatherby se desenrosca del cañón, puede atornillarse un anillo para proteger las estrías del cañón en su reemplazo. El freno de boca BOSS de Browning también se desenrosca y puede reemplazarse por un BOSS-CR sólido (sin orificios) que actúa como contrapeso. Mediante este recurso el usuario mantiene la función de ajuste de armónicas del sistema BOSS, manteniendo la precisión de la munición elegida.
El freno de boca probado para este artículo es un BOSS acoplado a un cañón de un rifle Browning BAR Mark II recamarado en calibre .338 Winchester Magnum, que pesa aproximadamente 9 libras incluyendo la mira telescópica y sus respectivos montajes. Este rifle fue disparador desde un banco en un polígono al aire libre con la posición de tiro bajo techo pero no en una cabina.
El fusil fue probado tanto con el freno de boca BOSS convencional o perforado y con el sólido, BOSS-CR (CR indica "retroceso convencional" o "Conventional Recoil") instalado. Ambos tienen igual longitud y peso, de manera que no existe diferencia excepto por el efecto que produce la ausencia del freno de boca cuando se emplea el BOSS-CR. La carga de prueba fueron cartuchos de fábrica Remington Express con proyectil de 225 grains tipo Core-Lokt con una velocidad en boca de cañón de 278 pies/segundo y una energía de 3860 libras/pie
Desde la perspectiva del tirador, existe una notable reducción en el retroceso cuando el freno BOSS standard está colocado. Me inclino a arriesgar una reducción del orden del 30% que es lo mismo que indica la fábrica Browning. En otras palabras, la energía del retroceso libre de 29.7 libras/pie probablemente queda reducida a alrededor de 20.8 libras/pie. Esto significa, por ejemplo, que el retroceso de un fusil .338 Magnum provisto de un BOSS se percibe subjetivamente como el retroceso de un fusil similar en calibre 7mm Magnum sin el dispositivo BOSS (o provisto de un BOSS-CR).
La forma en cómo se siente un freno de boca en tu rifle y cómo lo sientes tú, es muy subjetiva. Los mejores candidatos para un freno de boca son obviamente los rifles que tienen un gran retroceso, particularmente los cartuchos magnums de alta velocidad que queman gran cantidad de pólvora. Cuanto mayor sea la proporción del momentum de los gases de la pólvora al ser expulsados por la boca del cañón en relación con el momentum del proyectil, más efectivo será el freno de boca.
Los rifles Magnum son generalmente buenos candidatos para este accesorio. Por ejemplo, los fusiles Weatherby en los calibres ultra poderosos como lo son el .378, el .416 y el .460 Magnum se comercializan solamente con el Accubrake instalado, lo cual habla por sí mismo.
Otros rifles recamarados para grandes calibres Magnum, tales como la línea de cartuchos Remington Ultra Mag, resultan ser los mejores candidatos para colocarles un freno de boca. Todo fusil magnum liviano probablemente se beneficiará con la instalación de uno de ellos. Esto incluye a muchos de los fusiles recamarados para las líneas de cartuchos "magnum cortos" tales como los WSM y SAUM (varios modelos de rifles Browning para calibres WSM pueden ya pueden ser pedidos con un BOSS instalado en fábrica).
Un rifle de peso adecuado para el cartucho que recamara golpea menos que un modelo liviano. Si su culata se adecua perfectamente al tirador, también el efecto del retroceso se minimiza. Una cantonera de buena calidad, tal como una Pachmayr Decelerator, amortigua el efecto del retroceso, de la misma forma en que lo mitiga una cantonera grande con respecto a una pequeña. Algunos rifles, tales como el BAR Mark II operado por toma de gases, usado para nuestra prueba, tienen la reputación de ser armas dóciles en lo que al retroceso se refiere, y raramente necesiten algún tipo de reducción adicional. Prefiero el BOSS-CR en vez del BOSS standard colocado en este rifle, ya que en este caso el rebufo resulta peor que el retroceso.
Los frenos de boca son accesorios controvertidos, debido a sus reales ventajas pero también a sus desventajas implicadas. Como regla general, puedo sugerirte que en los rifles de caza, especialmente en aquellos que puedes llegar a usar para la caza de animales peligrosos, nunca debes colocarle ningún tipo de freno de boca. Si un fusil de caza está equipado con un accesorio de este tipo debe tener la capacidad de ser quitado a voluntad, por las razones antes expuestas.
Por favor, recuerda que los frenos de boca son extremadamente ruidosos. Siempre debes usar protectores auditivos. Cuando dispares con un rifle equipado con freno de boca la mejor solución es usar, en forma combinada, tapones para el canal auditivo sumados a los protectores en forma de tazas.
TOMADO DE LA REVISTA DIGITAL DEPORTIRO
Escrito por ArmasCR Staff
La ley de Newton dice (parafraseándola) que a toda acción le corresponde una reacción igual y en sentido contrario. El retroceso es la reacción del rifle a la acción del proyectil mientras es acelerado dentro del cañón. El retroceso es causado por dos factores.
El primero es el proyectil mismo, sobre el cual no podemos hacer nada. El segundo factor está determinado por los gases en expansión, producto de la combustión de la pólvora, que están empujando al proyectil y que también abandonan el cañón junto con él. Los frenos de boca reducen el retroceso redirigiendo parte de estos gases lateralmente de manera que no agreguen o se sumen al retroceso.
Un freno de boca diseñado apropiadamente puede reducir el retroceso en forma significativa. La efectividad real depende en cierta medida del cartucho para el cual se encuentra recamarado el fusil.
Los reductores de retroceso Ahlman predicen una reducción del orden del 50% cuando se los aplica en fusiles de grandes calibres magnum. Mag-na-port International indica una reducción del 45% para su modelo Mag-na-brake:
Browning, cuyo BOSS (Ballistic Optimizing Shooting System o Sistema de Disparo de Optimización Balística) es, simultáneamente, un freno de boca y un dispositivo de ajuste de armónicas del cañón (mejorando la precisión de una recarga o munición dada), indica una reducción en el retroceso del orden de un 30%
Weatherby, señala que su freno denominado Accubrake es el más efectivo del mercado, con una reducción de hasta el 53%
Weatherby llega a comparar la efectividad de su Accubrake contra otros modelos de frenos de boca. De acuerdo con esta firma, empleando un fusil recamarado en .416 Weatherby Magnum para sus pruebas, el "Recoil Reducer" reduce el retroceso en el orden del 39%
El KDF modelo Slimline lo reduce un 40.6%, y el KDF modelo Regular lo reduce en un 49%. Estos dispositivos reducen el retroceso un promedio del 42.86%. Encuentro estas cifras bastante impresionantes.
Los frenos de boca Recoil Reducer, Magna-brake, Accubrake y BOSS se atornillan al extremo del cañón. Esencialmente son un tubo de acero perforado con un diámetro interior mayor que el ánima del cañón. Firmemente ajustados en su lugar, agregan un par de pulgadas de longitud al extremo del cañón, y usualmente, son ligeramente más abultados que el contorno exterior del cañón normal. No existe pérdida alguna en la velocidad del proyectil o cambio en el desempeño balístico del rifle al usar estos frenos de boca.
El proyectil nunca toca este tipo de freno de boca, simplemente pasa a través del orificio del tubo del freno en el momento de abandonar la boca del cañón. Una parte de los gases en expansión que empujan al proyectil también pasan a través del centro del freno de boca y abandonan el cañón de la manera normal. Pero un gran porcentaje del gas pasa a través de los orificios perforados en el cuerpo del freno y son deflectados hacia afuera y en un determinado ángulo hacia atrás. Esta es la manera en que estos dispositivos reducen el retroceso. Realmente funcionan, es simple física.
Existe otro tipo de freno de boca. Son los que se "instalan" perforando (taladrando o cortando orificios en ángulo o ranuras) en el cañón propiamente dicho. Tales frenos no agregan longitud al cañón y, obviamente, no engrosan el diámetro del mismo en su extremo, contrariamente a como lo hacen los frenos roscados.
Son un aditamento prolijo y no se aflojan con el uso. Como contrapartida, reducen ligeramente la velocidad del proyectil, tienden a acumular residuos, hacen que el cañón sea más difícil de limpiar, y, muy importante, no se pueden quitarse del cañón si el usuario o las condiciones lo demandaran.
La famosa firma Mag-na-port corta un total de cuatro ranuras en el cañón. El primer par de ellas está distanciado en un ángulo de 180 grados, en lados opuestos del cañón, comenzando a partir de una distancia de 1,5 pulgadas desde la boca. El otro par se encuentra separado 50 grados entre sí sobre la parte superior del cañón y más cerca de la boca del mismo. Mag-na-port indica que el retroceso se reduce un 15% con su sistema patentado. Otros sistemas similares indican una reducción del 20%. Claramente, los sistemas de perforación directa de los cañones son menos efectivos que los frenos de boca colocados en el extremo del cañón del rifle.
Si la ventaja de los frenos de boca es la reducción del retroceso, su desventaja es un mayor rebufo, un excesivo nivel de ruido. Como siempre ocurre, en el mundo real, todo tiene un precio. El aumento del nivel de ruido con estos dispositivos puede ser, literalmente, ensordecedor, aún para tiradores que usen algún tipo de protección auditiva.
El rebufo producido por un rifle de alto poder equipado con freno de boca es tan sonoro que aún usando protección auditiva el tirador corre el riesgo de sufrir daños permanentes en la audición luego de efectuar unos pocos disparos.
Los protectores auditivos clásicos con forma de tazas que cubren completamente las orejas reducen el nivel de ruido aproximadamente 25 decibeles. Un fusil magnum provisto de freno de boca, como un .300 o un .338 Magnum, produce un nivel de presión sónica -spl- en el rango de los 130 decibeles -dB-. Así el spl dentro del protector auditivo supera los 100 dB, un nivel potencialmente dañino.
Para un cazador en el campo, disparando sin protección auditiva, el estampido generado por un freno de boca lo ensordecerá inmediatamente. Una sordera temporal prácticamente total dura aproximadamente de uno a varios minutos luego de disparar un poderoso rifle magnum con freno de boca.
Posteriormente, casi toda la capacidad auditiva del tirador vuelve, pero una cierta cantidad se pierde en forma permanente, y las pérdidas son acumulativas. Esta es la razón por la cual los rifles de caza equipados con frenos de boca son ilegales en algunas jurisdicciones del África. Han demostrado dañar la capacidad auditiva de parte de los rastreadores y guías que acompañan al cazador y que comúnmente no llevan protección auditiva.
En los Estados Unidos un creciente número de guías de caza mayor se niegan, actualmente, a permitir que un deportista use un rifle provisto de freno de boca por idénticos motivos.
Para el cazador, la mejor opción es un freno de boca que pueda quitarse cuando sea necesario. De esa forma puede usarlo para cuidar su hombro al practicar en el polígono y quitarlo para proteger sus oídos durante la cacería.
Los dispositivos de Weatherby y de Browning son removibles. Cuando el Accubrake de Weatherby se desenrosca del cañón, puede atornillarse un anillo para proteger las estrías del cañón en su reemplazo. El freno de boca BOSS de Browning también se desenrosca y puede reemplazarse por un BOSS-CR sólido (sin orificios) que actúa como contrapeso. Mediante este recurso el usuario mantiene la función de ajuste de armónicas del sistema BOSS, manteniendo la precisión de la munición elegida.
El freno de boca probado para este artículo es un BOSS acoplado a un cañón de un rifle Browning BAR Mark II recamarado en calibre .338 Winchester Magnum, que pesa aproximadamente 9 libras incluyendo la mira telescópica y sus respectivos montajes. Este rifle fue disparador desde un banco en un polígono al aire libre con la posición de tiro bajo techo pero no en una cabina.
El fusil fue probado tanto con el freno de boca BOSS convencional o perforado y con el sólido, BOSS-CR (CR indica "retroceso convencional" o "Conventional Recoil") instalado. Ambos tienen igual longitud y peso, de manera que no existe diferencia excepto por el efecto que produce la ausencia del freno de boca cuando se emplea el BOSS-CR. La carga de prueba fueron cartuchos de fábrica Remington Express con proyectil de 225 grains tipo Core-Lokt con una velocidad en boca de cañón de 278 pies/segundo y una energía de 3860 libras/pie
Desde la perspectiva del tirador, existe una notable reducción en el retroceso cuando el freno BOSS standard está colocado. Me inclino a arriesgar una reducción del orden del 30% que es lo mismo que indica la fábrica Browning. En otras palabras, la energía del retroceso libre de 29.7 libras/pie probablemente queda reducida a alrededor de 20.8 libras/pie. Esto significa, por ejemplo, que el retroceso de un fusil .338 Magnum provisto de un BOSS se percibe subjetivamente como el retroceso de un fusil similar en calibre 7mm Magnum sin el dispositivo BOSS (o provisto de un BOSS-CR).
La forma en cómo se siente un freno de boca en tu rifle y cómo lo sientes tú, es muy subjetiva. Los mejores candidatos para un freno de boca son obviamente los rifles que tienen un gran retroceso, particularmente los cartuchos magnums de alta velocidad que queman gran cantidad de pólvora. Cuanto mayor sea la proporción del momentum de los gases de la pólvora al ser expulsados por la boca del cañón en relación con el momentum del proyectil, más efectivo será el freno de boca.
Los rifles Magnum son generalmente buenos candidatos para este accesorio. Por ejemplo, los fusiles Weatherby en los calibres ultra poderosos como lo son el .378, el .416 y el .460 Magnum se comercializan solamente con el Accubrake instalado, lo cual habla por sí mismo.
Otros rifles recamarados para grandes calibres Magnum, tales como la línea de cartuchos Remington Ultra Mag, resultan ser los mejores candidatos para colocarles un freno de boca. Todo fusil magnum liviano probablemente se beneficiará con la instalación de uno de ellos. Esto incluye a muchos de los fusiles recamarados para las líneas de cartuchos "magnum cortos" tales como los WSM y SAUM (varios modelos de rifles Browning para calibres WSM pueden ya pueden ser pedidos con un BOSS instalado en fábrica).
Un rifle de peso adecuado para el cartucho que recamara golpea menos que un modelo liviano. Si su culata se adecua perfectamente al tirador, también el efecto del retroceso se minimiza. Una cantonera de buena calidad, tal como una Pachmayr Decelerator, amortigua el efecto del retroceso, de la misma forma en que lo mitiga una cantonera grande con respecto a una pequeña. Algunos rifles, tales como el BAR Mark II operado por toma de gases, usado para nuestra prueba, tienen la reputación de ser armas dóciles en lo que al retroceso se refiere, y raramente necesiten algún tipo de reducción adicional. Prefiero el BOSS-CR en vez del BOSS standard colocado en este rifle, ya que en este caso el rebufo resulta peor que el retroceso.
Los frenos de boca son accesorios controvertidos, debido a sus reales ventajas pero también a sus desventajas implicadas. Como regla general, puedo sugerirte que en los rifles de caza, especialmente en aquellos que puedes llegar a usar para la caza de animales peligrosos, nunca debes colocarle ningún tipo de freno de boca. Si un fusil de caza está equipado con un accesorio de este tipo debe tener la capacidad de ser quitado a voluntad, por las razones antes expuestas.
Por favor, recuerda que los frenos de boca son extremadamente ruidosos. Siempre debes usar protectores auditivos. Cuando dispares con un rifle equipado con freno de boca la mejor solución es usar, en forma combinada, tapones para el canal auditivo sumados a los protectores en forma de tazas.
TOMADO DE LA REVISTA DIGITAL DEPORTIRO