El extraño "show militar antiterrorista" de fuego y sangre de serpientes que Indonesia le presentó al secretario de Defensa de EEUU
Los uniformados rompieron ladrillos con la cabeza y mataron cobras a mordiscos en una extrema exhibición para Jim MattisInfobae
Cobras asesinadas a mordiscos, muros de ladrillos en llamas rotos de un cabezazo, perros policías que bajan de helicópteros. Todo fue incluido en una espectacular demostración de las unidades de élite del Ejército indonesio preparada para el secretario estadounidense de Defensa, realizada en Yakarta.
El general Jim Mattis, conocido en Estados Unidos como "mad dog" (perro loco), viajó a Indonesia para reforzar la cooperación con este país no alineado que busca resguardarse de la hegemonía de China en la región y fue recibido con todos los honores en la base de Cilankap.
Varias decenas de soldados de las fuerzas antiterroristas comenzaron exhibiendo sus competencias en artes marciales, antes de que la demostración diera un giro inesperado y aparecieran media docena de hombres con unas imponentes serpientes, al menos dos de ellas cobras, a las que mataron con un mordisco en la nuca.
Las imponentes serpientes murieron por mordiscos en la nuca
Un soldado hizo que uno de sus camaradas se bebiera la sangre, en señal de fraternidad, explicó un comentador indonesio, lo que provocó una sonrisa de Mattis.
Entretanto, un soldado disparaba con los ojos tapados hacia los globos que enarbolaba uno de sus compañeros, mientras otro caminaba sobre fuego.
El espectáculo terminó con la llegada de dos helicópteros llenos de soldados de élite de la unidad especializada en rescate de rehenes, y un vehículo conducido por un soldado que desempeñaba el papel de terrorista con un rehén.
Al ritmo de la música de "Misión Imposible", los militares saltaron de los helicópteros, algunos con perros atados a sus arneses, antes de neutralizar al secuestrador con ayuda de uno de los canes.
Los soldados descendieron del helicóptero con perros en los arneses
"¡Eso son unas fuerzas especiales! Hasta los perros sabían lo que tenían que hacer", exclamó Mattis en el avión que lo llevaba a Hanói, segunda etapa de su gira por Asia.