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Tirador selecto: Sus necesidades

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Necesidades básicas para el El tirador individual 
Por el Sargento Ayudante Sergio Gabriel Robin 

Hemos querido agrupar dos temas de sumo interés para los lectores, en vista de que se relacionan y conforman, asimismo, un conjunto de aspectos que vitalizan el bagaje cultural y técnico del soldado o combatiente individual. 




El tirador especial 


Este trabajo tiene como finalidad conocer los alcances y límites de quien denominamos tirador especial, ya que a lo largo de la historia, éste ha sido rodeado de una mística particular. 

Aproximándonos, pues, a este objetivo, diremos que, en primera instancia, es un especialista que posee habilidades diferentes a cualquier otro tirador. Su entrenamiento y su equipo son de alta tecnología, de manera que en el campo de batalla le permitan llevar a cabo, con éxito, su misión. 

Por otra parte, un tirador especial requiere poseer a la perfección los conocimientos de destreza básicos de infantería, fundamentalmente los propios de un tirador experto que conoce el terreno hasta en sus mínimos detalles. 

Particularmente, se constituye en un arma psicológica que puede batir blancos de importancia, siendo invisible y letal. Es, probablemente, y según estadísticas del Ejército de los EE.UU., el sistema más fiable en relación costo-beneficio, ya que asegura un enemigo batido por cada 1,7 cartuchos utilizados. Piénsese en lo positivo de esta ecuación, comparándolo con el empleo de bombardeos y misiles. 

Debe tenerse en cuenta, también, que las exigencias particulares de conflictos en el mundo posmoderno determinan un empleo de blancos selectivos y puntuales. Actualmente, no son aceptables víctimas colaterales en una acción militar. Por el contrario, la justeza y precisión para neutralizar cualquier amenaza son condiciones primarias. Por eso debemos reconocer que los conflictos son limitados y se caracterizan por ser de carácter regional y de baja intensidad, haciéndose cada vez más conveniente en las tareas militares, «la cirugía de precisión». 

Y si se practicase un balance en el trabajo del tirador especial podría afirmarse, sin duda, que en él se aúnan dos áreas, aparentemente antitéticas. Ciertamente, en el tirador especial se hacen presentes el arte y la técnica, ya que en el terreno no sólo sirve un buen tirador o un soldado hábil, puesto que hace falta otro elemento, como lo es el equilibrio, ya que todas estas tareas eslabonadas como en una cadena, se dirigen a obtener el éxito de la misión. En dicha cadena, los eslabones son: el tiro, la habilidad en el terreno y la táctica. Si estos tres eslabones son fuertes, más fuerte será la cadena, mientras que si hay algún eslabón más débil que otro, por ese lugar se cortará el sistema y se producirá el fracaso. 

El tirador especial vive siempre en el límite. Su actitud es planear un disparo preciso y sin emoción, y analizar de inmediato su resultado. 

La selección del personal para tirador especial resulta particular, ya que el aspirante debe reunir aspectos puntuales. A continuación, enumeraremos algunos de ellos: 


• Ser un buen tirador y estar orgulloso de serlo. 
• Ser paciente y detallista en una situación estresante. 
• Tener una gran autoestima y confianza en sí mismo. 
• Tener alta predisposición para el riesgo. 
• Ser hábil en el terreno y tener mentalidad de cazador. 
• Ser astuto y conocer la táctica. 
• Tener condiciones físicas relevantes. 
• Ser un entendido en la complejidad de la balística. 
• Ser un gran observador y tener buena memoria visual. 
• No ser fumador. 

Organización 

Una organización típica de un grupo de tiradores especiales es la formada por dos hombres: un tirador y un designador (spotter). Ambos son calificados como tiradores especiales. Sin embargo, sólo uno de ellos es el que ejecutará el disparo, mientras su pareja lo observará. Estos hombres podrán rotar, alternativamente, los roles. Además, mientras el tirador emplee una arma a cerrojo, de sólo un disparo, su pareja necesitará de una gran capacidad de fuego. Este hombre podría llevar un fusil FAL o un M16 A2 con un lanzagranadas M203 de 40 mm -u otra de similares características-, arma que le servirá en caso de tener contactos inesperados con el enemigo, a corta distancia. 

Dado que son sólo dos hombres, cuando operen en forma independiente, un equipo de tiradores especiales actuará como tal (en equipo). Sólo así tendrán la posibilidad de cumplir su misión y sobrevivir a un ambiente hostil, sumamente peligroso. Si bien cada uno cumplirá tareas particulares, existirá, también, una mutua colaboración en la solución de ellas. Asimismo, desempeñarán tareas compartidas, como observar el sector de observación y fuego. Pero aun en este caso, deberá existir la rotación, para evitar la fatiga de la visión. 

El miembro con mayor experiencia estará a cargo, pero su tarea primaria será educar al novato en el desempeño de su rol, y elevar sus destrezas hasta que ambos puedan rotar sus roles sin declinar la capacidad. Por ello, como puede apreciarse, se necesita un trabajo en equipo, consciente y sistemático. A menudo, los novatos sirven en el rol de designador. Pero se cree más conveniente que debe serlo quien tenga mayor experiencia, ya que probablemente pueda estimar con mayor precisión, la dirección y fuerza del viento, y la distancia y evaluación de los blancos. Sin embargo, este hecho no impide que se releven respectivamente en sus puestos. 

Actualmente, en el Ejército Argentino, sólo la Compañía de Comandos 601 tiene contemplado, en su rol de combate, el personal de tiradores especiales. En efecto, no se aprecia esta capacidad en otras organizaciones convencionales. 

Misión 

Las misiones de un tirador especial son: 

  • Proporcionar apoyo de fuego preciso a las secciones de comandos durante la misión, neutralizando los blancos de importancia en las distancias medias, en la profundidad del territorio enemigo y en los distintos ambientes geográficos. 
  • Estar en condiciones de operar en forma independiente, eliminando blancos de importancia, en apoyo a otras operaciones del más alto nivel de la conducción. 

Responsabilidades del tirador especial: 


  • Redactar la orden de operaciones y concretar la coordinación con otras unidades. 
  • Cubrir la retaguardia y borrar las huellas. 
  • Asumir el control durante el acecho y durante el rastreo. 
  • Seleccionar la ubicación del puesto observatorio y participar en la construcción del mismo. 
  • Detectar y anunciar los indicadores de blancos. 
  • Observar el sector con binoculares. 
  • Ajustar la mira según distancia, viento y elevación. 
  • Compartir la apreciación de distancias con el designador, y decidir las prioridades de blancos. 
  • Encargarse de la eliminación de blancos humanos y materiales. 
  • Designar los blancos nocturnos con trazantes. 

Responsabilidades del designador: 

  • Requerir y preparar cualquier equipo especial. 
  • Ir y cubrir la vanguardia durante la marcha, pudiendo abrir fuego defensivamente. 
  • Ir a la vanguardia en el acecho. 
  • Cubrir a la pareja en el rastreo. 
  • Participar en la construcción del puesto observatorio. 
  • Dibujar la tarjeta de tiro y el esquicio panorámico. 
  • Compartir la apreciación de distancias, observando su sector con un catalejo/telescopio. 
  • Detectar y anunciar los indicadores de blancos. 
  • Identificar blancos por prioridad. 
  • Estimar el viento. 
  • Ordenar la apertura de fuego y seguir el disparo, reportando el impacto. 
  • Operar la radio y realizar el diagrama de navegación. 
  • Realizar y operar las trampas y minas de circunstancia. 
  • Esterilizar la posición abandonada. 


La supervivencia 

Partiendo del concepto que sobrevivir es afrontar y resolver con éxito una situación susceptible de provocar o conducir a la muerte, no resulta fácil definir o enumerar las situaciones que representan un peligro tal, que su inminencia o presencia impliquen una amenaza para la vida, y por tanto, puedan ser catalogadas como circunstancias de supervivencia. 

La supervivencia es, en realidad, una materia que se estudia en profundidad desde hace poco tiempo. Fue, precisamente, la Segunda Guerra Mundial, la que impulsó a la Marina y a la Fuerza Aérea de las diferentes naciones en lucha, a desarrollar estudios, procedimientos y equipos para recuperar sanos a sus marinos y pilotos extraviados, quienes sin conocimientos adecuados para sobrevivir, se encontraban en un medio agreste y hostil. Finalizadas las hostilidades, estas experiencias y equipos fueron aprovechados por las patrullas de rescate para la búsqueda de navegantes, campamentistas y montañistas en dificultades, ya fuese en la selva, en el mar, o en lo más escarpado de una ladera. Ello permitió salvar numerosas vidas. 


De acuerdo con lo enunciado, en los últimos años, muchos países han comprendido la importancia de esta materia. Por ello, helicópteros, embarcaciones y grupos de rescate aguardan, convenientemente preparados las 24 horas del día, para responder a cualquier contingencia. A su vez, la gama de equipos de supervivencia que existe en el mundo es muy amplia, como también la cantidad de personas interesadas en adquirir conocimientos especializados sobre estos temas. 

Curiosamente, algunas de ellas han perecido por no saber orientarse, o por no efectuar señales pidiendo auxilio a corta distancia de una aldea, o aun al alcance visual de quienes los buscaban. 

Supervivencia puede incluir el concepto de azar. Pero sin duda, es también la suma feliz de los factores que se enuncian en los tres agrupamientos que se detallan a continuación: 

CONTROL MENTAL + EXPERIENCIA + INGENIO = SUPERVIVENCIA 

El control mental 

Permitirá dominar el miedo y obtener el necesario equilibrio psíquico para tomar una decisión acertada, en circunstancias críticas. También ayudará a conseguir la suficiente fuerza de voluntad que permita superar todas las adversidades, por más difíciles que ellas parezcan. 

La experiencia 

Se adquirirá mediante la práctica, la observación y el estudio de experiencias anteriores, y sólo se podrá improvisar en ciertas ocasiones, mediante el sentido común. 

El ingenio 

Tan importante como las condiciones anteriores, es una facultad del espíritu humano que permitirá inventar y encontrar soluciones rápidas y sumamente creativas. 

Todo esto constituye los principios que rigen la vida en supervivencia. Piénsese en la importancia de la adecuada armonía de esta trilogía, ya que su puesta en práctica de manera conveniente, puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Básicamente, en una situación límite, se destacarán las siguientes prioridades, consignadas según su orden de importancia: 


Prioridades para un sobreviviente: 


  • Salvarse del peligro inmediato. 
  • Agua. 
  • Abrigo. 
  • Refugio. 
  • Alimento. 
  • Orientación. 
  • Señalamiento. 

Bases de la supervivencia 


  • Supervivencia. 
  • Ubíquese en el terreno. 
  • Provéase de agua y fuego. 
  • Evite las imprudencias. 
  • Recurra a su habilidad. 
  • Venza el temor. 
  • Improvise su equipo. 
  • Viva la naturaleza. 
  • Emplee su ingenio. 
  • Nunca tome agua dudosa. 
  • Camine sin prisa. Cuide sus fuerzas. 
  • Intégrese al medio ambiente. 
  • Ayude a los demás. 

Si la situación llegare a tornarse dramática, y si fuere impotente para socorrer a todos, determine rápidamente prioridades de salvación, dejando para una segunda oportunidad a los heridos y moribundos. Indudablemente, es una decisión de conciencia de gran responsabilidad, que procurará el mal menor ante lo irremediable. La dificultad mayor reside en que, por lo general, no se dispondrá de tiempo ni de la serenidad suficientes para analizar el alcance de este concepto. 

El hombre bajo condiciones de estrés estará a merced de su mente. Esto podrá producir más muertes que las originadas por el frío, la sed, el hambre y otros factores. Por ello, se buscará estar mentalmente preparado para contrarrestar todas las adversidades, y en especial, el miedo a lo desconocido. Téngase en cuenta que sólo una persona consciente de sus actos y con absoluta fe en el éxito, podrá llegar a sobrevivir. 

Algunos psicólogos han sugerido que el enojo puede vencer al miedo. Rebelarse contra aquello que está causando el temor, creará la positiva actitud de hacer algo, mientras que el miedo sólo tenderá a producir una actitud defensiva. Cuide su mente primero. Luego, ésta lo cuidará a usted. Recuerde que el problema de sobrevivir es 100% mental. Constituye una lucha contra el miedo a nuestras propias limitaciones, y el primer hecho a tener en cuenta será el descanso. De esta forma, se energizarán sus músculos y pensará mejor. 

Piense que el hombre, a diferencia de un automóvil, no posee un manómetro que registre tanque lleno, medio o vacío. Por el contrario, sólo depende de sus signos físicos: hambre, sed y hábitos adquiridos. Durante un período de actividad muscular extenuante o estrés emocional, estos signos pasarán inadvertidos. Será entonces cuando la experiencia y el conocimiento deberán prevenir al superviviente sobre el peligro de funcionar «sin combustible». Es decir, el control mental deberá prevalecer en todo momento. 

Por ello, y para favorecer lo positivo que al respecto se ha enunciado, mire a su alrededor y a la naturaleza que lo rodea, y disfrute. Aun en medio de una tormenta, existe belleza. En casi todo lo que es propio de la naturaleza y el hombre la hay, si es que usted permite que sus ojos la vean. Recuerde, entonces, que su cerebro es la mejor herramienta para «sobrevivir», especialmente si está solo y en un medio hostil. 

De revista del suboficial. Sgto Ay Sergio G Robin 

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