Palomas Mensajeras
Las comunicaciones durante las guerras son de vital importancia tanto como apoyo táctico en el campo de batalla como en el área estratégica que incluye el espionaje. Señales de humo, espejos que reflejan los rayos solares, mensajeros a pie o a caballo, fueron algunos de los más antiguos medios de comunicación empleados. Pero desde épocas pretéritas las palomas mensajeras fueron empleadas de diversas formas, incluso como ayuda de la navegación pues una flota desorientada en medio del mar, cuando no se conocía la brújula podía encontrar la ruta correcta viendo la dirección en que una paloma retornaba a su lugar de origen. En época del esplendor de Roma se empleaban para informar los éxitos de las legiones. En épocas más recientes antes de la invención del telégrafo y del teléfono la forma más rápida de enviar mensajes era mediante las palomas mensajeras.
Primera Guerra Mundial
Durante la Primera Guerra Mundial, a pesar que ya existían las comunicaciones por radio, las palomas resultaban ser menos costosas y más fáciles de emplear, aunque eran extremadamente vulnerables a la intercepción por el enemigo, que mediante fuego de fusiles o con el uso de aves depredadoras, podían cazarlas en pleno vuelo. En ese caso, sólo el empleo de varias palomas podía mejorar las probabilidades de que las aves llegaran a destino, pero también aumentaban las posibilidades de ser cazadas en vuelo.
Segunda Guerra Mundial
Al comenzar la Segunda Guerra Mundial, los sistemas de comunicaciones por radio habían sido perfeccionados gracias al desarrollo tecnológico de la válvula audión o tubo al vacío, que era el dispositivo dinámico básico de la Radio en aquel tiempo. Pero los cuerpos de comunicaciones Aliados y del Eje, volvieron a pensar en usar palomas mensajeras para ciertas operaciones en las cuales el uso de aparatos de radio resultaba inconveniente o simplemente inaplicable.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Ejército de Estados Unidos estableció el Centro de Crianza y Entrenamiento de Palomas Mensajeras en Fort Monmouth en New Jersey, el mismo que fue usado durante la Gran Guerra aunque tenía como nombre Campo Alfred Vail. El entrenamiento y operaciones con palomas eran manejados por el Servicio de Veterinarios del Ejército que a su vez pertenecía al Cuerpo de Señales. En 1942 las instalaciones fueron trasladadas a Camp Crowder donde permanecieron hasta después del desembarco en Normandía, pero después fueron nuevamente reestablecidas en Fort Monmouth.
Desde antes de la entrada en la guerra, los mandos militares calcularon que necesitarían un enorme número de palomas entrenadas y mediante una campaña de recolección recibieron pichones de buena raza que fueron administrados por la Agencia del Servicio de Palomas Mensajeras establecida en Filadelfia. Las donaciones de palomas llegaron incluso de Gran Bretaña antes de 1941 incluyendo varios cientos de palomas capturadas a los alemanes. En total se reunieron unas 54.000 palomas la gran mayoría de las cuales prestaron servicio en Europa y Asia.
El principal objetivo del Servicio de Veterinarios era mantener en buen estado de salud a las palomas y además controlar las enfermedades que podían contagiar a otros animales y al mismo hombre. Por tanto el esfuerzo del Servicio de Veterinarios no sólo se enfocaba en el entrenamiento de las palomas y su alimentación sino en el control sanitario aplicándoles vacunas, planificando la administración de vitaminas y estableciendo cuarentenas al menor signo de deterioro en su salud o síntoma de enfermedad. Adicionalmente desarrollaron investigaciones para fabricación adecuada de palomares y sistemas de transporte para los diferentes teatros de guerra, de acuerdo con el medio ambiente donde se realizarían las acciones.
Estados Unidos
Las Compañías de Palomas Mensajeras fueron desplegadas en todos los frentes. En todos los ejércitos, las compañías eran comandadas por un Teniente Primero o un Capitán y entre los efectivos se incluían técnicos especializados y un veterinario. En el ejército de Estados Unidos, cada compañía estaba dividida en tres pelotones cada una con 1500 palomas. Las unidades contaban con las medicinas e instrumentos quirúrgicos necesarios. No todas las unidades eran terrestres pues había compañías asignadas al Cuerpo Aéreo del Ejército, pero que no fueron enviadas al frente. En cuanto a las unidades terrestres, estas fueron trasladadas a Europa, al teatro de China-Birmania-India, Pacífico Central, Pacífico Sur, Mediterráneo y la Zona del Canal en Panamá.
Gran Bretaña
En Gran Bretaña, el servicio de palomas mensajeras comenzó a operar desde el comienzo de la guerra. Fueron miles de ellas las que prestaron invalorables servicios enviando mensajes y por ello muchas las palomas que se hicieron acreedoras a la condecoración "Dickin" por sus servicios. Por ejemplo, la paloma "Winkie" mereció una medalla por volar 120 millas para informar sobre el lugar en que aterrizó de emergencia un bombardero en 1943. También fue condecorada la paloma "Ruhr Express" ese mismo año y "Commando" en 1944 junto con "Paddy" que llevó un mensaje desde las playas de Normandía cruzando el Canal Inglés en poco más de 4 horas. Otras palomas condecoradas por servicios distinguidos fueron "Mary of Exeter que prestó servicios con la resistencia en Francia y que en múltiples oportunidades logró escapar de los halcones alemanes. En Normandía también se emplearon miles de palomas en apoyo a las fuerzas Aliadas de desembarco.
Pero no todos los usos de las palomas mensajeras fueron pensados de manera conservadora por los británicos, también hubo propuestas para entrenar una suerte de palomas "kamikaze". Hacia finales de la guerra, el MI-14 planificó el uso de armas biológicas con palomas mensajeras para atacar blancos enemigos transportando cargas explosivas y se sugirió también el uso de armas bacteriológicas Mil palomas mensajeras llevando cada una de ellas una cápsula explosiva de 2 onzas aterrizando en un blanco específico podían causar bastante daño si el blanco era seleccionado de manera adecuada, por ejemplo un depósito de combustible, de municiones o una instalación de radio o radar. La filosofía de tal práctica, según el Comandante de Ala WDL Rayner del MI-14 era que si ellos no lo hacían, tarde o temprano lo haría alguna potencia enemiga. Existía como precedente el uso de perros entrenados por el Ejército Rojo para meterse debajo de los tanques alemanes llevando cargas explosivas que eran detonadas cuando el animal se encontraba debajo del carro. Entre otros, el M-15 por intermedio del Teniente Coronel Tommy Robertson se opuso a tales prácticas y finalmente el proyecto fue archivado.
Recientemente los archivos de este proyecto fueron hechos públicos por los Archivos Nacionales del Reino Unido. Adicionalmente, según el expediente "Pigeon policy" (KV 4/229-231) de 1945-1947, se refiere al establecimiento de un Sub-comité del Comité de Inteligencia para examinar la política sobre las palomas mensajeras y de la Unidad de Halcones Anti-Palomas Mensajeras. Entre 1947 y 1949 (KV 4/230) se mantuvo el comité y se consideraba aún el mantenimiento de los palomares para un posible uso futuro, pero en mayo de 1950 ante la presentación del presupuesto para el mantenimiento de los palomares, el Servicio de Seguridad tomó la decisión de dar por cancelado el proyecto, pues en cinco años las palomas mensajeras casi no fueron utilizadas. (KV 4/231)
Proyecto ORCON
En Estados Unidos, B. F. Skinner propuso el Proyecto ORCON (Organic Control) que consistía en guiar un misil Pelícano por medio de palomas mensajeras. La idea fue evitar las contramedidas electrónicas empleadas por los alemanes para interferir a los misiles guiados mediante el empleo de animales a los cuales se les privaba de alimentos durante largo tiempo, antes de la misión. Las palomas se colocaban dentro del misil delante de una pantalla de vidrio cubierta con óxido de estaño (SNO2) llamado también Casiterita que es un semiconductor tipo-N. Las palomas picaban en el lugar donde aparecía el blanco y como recompensa recibían un grano de maíz. Cuanto más rápido picaba la paloma, más granos recibía y si el misil derivaba fuera de rumbo, la hambrienta paloma picaba en la dirección donde estaba despareciendo la imagen del blanco. En la pantalla conductora mediante el principio del Puente de Wheatstone se generaba una señal eléctrica que corregía el rumbo del misil al ser aplicada al servomecanismo de corrección del rumbo. El Comité de Investigación de Defensa Nacional dispuso de una partida de US$25.000 para el proyecto que logró algunos éxitos, pero nunca fue tomado muy en serio por los altos mandos militares. El proyecto se canceló en octubre de 1944 pues existían otros proyectos con mayores probabilidades de éxito que bien merecían la asignación de esos recursos para completarlos. El Proyecto ORCON fue reactivado en 1948 durante la Guerra Fría pero finalmente fue cancelado en 1953.
Aunque parezca extraño en esta época de alta tecnología, actualmente los ejércitos de Francia, Suiza, Israel y China mantienen el servicio de palomas mensajeras y recientemente, durante la Guerra del Golfo, fueron usadas para enviar mensajes por ser inmunes a las interferencias electrónicas que afectan a los modernísimos sistemas de telecomunicaciones.
Fuente
Las comunicaciones durante las guerras son de vital importancia tanto como apoyo táctico en el campo de batalla como en el área estratégica que incluye el espionaje. Señales de humo, espejos que reflejan los rayos solares, mensajeros a pie o a caballo, fueron algunos de los más antiguos medios de comunicación empleados. Pero desde épocas pretéritas las palomas mensajeras fueron empleadas de diversas formas, incluso como ayuda de la navegación pues una flota desorientada en medio del mar, cuando no se conocía la brújula podía encontrar la ruta correcta viendo la dirección en que una paloma retornaba a su lugar de origen. En época del esplendor de Roma se empleaban para informar los éxitos de las legiones. En épocas más recientes antes de la invención del telégrafo y del teléfono la forma más rápida de enviar mensajes era mediante las palomas mensajeras.
Primera Guerra Mundial
Durante la Primera Guerra Mundial, a pesar que ya existían las comunicaciones por radio, las palomas resultaban ser menos costosas y más fáciles de emplear, aunque eran extremadamente vulnerables a la intercepción por el enemigo, que mediante fuego de fusiles o con el uso de aves depredadoras, podían cazarlas en pleno vuelo. En ese caso, sólo el empleo de varias palomas podía mejorar las probabilidades de que las aves llegaran a destino, pero también aumentaban las posibilidades de ser cazadas en vuelo.
Segunda Guerra Mundial
Al comenzar la Segunda Guerra Mundial, los sistemas de comunicaciones por radio habían sido perfeccionados gracias al desarrollo tecnológico de la válvula audión o tubo al vacío, que era el dispositivo dinámico básico de la Radio en aquel tiempo. Pero los cuerpos de comunicaciones Aliados y del Eje, volvieron a pensar en usar palomas mensajeras para ciertas operaciones en las cuales el uso de aparatos de radio resultaba inconveniente o simplemente inaplicable.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Ejército de Estados Unidos estableció el Centro de Crianza y Entrenamiento de Palomas Mensajeras en Fort Monmouth en New Jersey, el mismo que fue usado durante la Gran Guerra aunque tenía como nombre Campo Alfred Vail. El entrenamiento y operaciones con palomas eran manejados por el Servicio de Veterinarios del Ejército que a su vez pertenecía al Cuerpo de Señales. En 1942 las instalaciones fueron trasladadas a Camp Crowder donde permanecieron hasta después del desembarco en Normandía, pero después fueron nuevamente reestablecidas en Fort Monmouth.
Desde antes de la entrada en la guerra, los mandos militares calcularon que necesitarían un enorme número de palomas entrenadas y mediante una campaña de recolección recibieron pichones de buena raza que fueron administrados por la Agencia del Servicio de Palomas Mensajeras establecida en Filadelfia. Las donaciones de palomas llegaron incluso de Gran Bretaña antes de 1941 incluyendo varios cientos de palomas capturadas a los alemanes. En total se reunieron unas 54.000 palomas la gran mayoría de las cuales prestaron servicio en Europa y Asia.
El principal objetivo del Servicio de Veterinarios era mantener en buen estado de salud a las palomas y además controlar las enfermedades que podían contagiar a otros animales y al mismo hombre. Por tanto el esfuerzo del Servicio de Veterinarios no sólo se enfocaba en el entrenamiento de las palomas y su alimentación sino en el control sanitario aplicándoles vacunas, planificando la administración de vitaminas y estableciendo cuarentenas al menor signo de deterioro en su salud o síntoma de enfermedad. Adicionalmente desarrollaron investigaciones para fabricación adecuada de palomares y sistemas de transporte para los diferentes teatros de guerra, de acuerdo con el medio ambiente donde se realizarían las acciones.
Estados Unidos
Las Compañías de Palomas Mensajeras fueron desplegadas en todos los frentes. En todos los ejércitos, las compañías eran comandadas por un Teniente Primero o un Capitán y entre los efectivos se incluían técnicos especializados y un veterinario. En el ejército de Estados Unidos, cada compañía estaba dividida en tres pelotones cada una con 1500 palomas. Las unidades contaban con las medicinas e instrumentos quirúrgicos necesarios. No todas las unidades eran terrestres pues había compañías asignadas al Cuerpo Aéreo del Ejército, pero que no fueron enviadas al frente. En cuanto a las unidades terrestres, estas fueron trasladadas a Europa, al teatro de China-Birmania-India, Pacífico Central, Pacífico Sur, Mediterráneo y la Zona del Canal en Panamá.
Gran Bretaña
En Gran Bretaña, el servicio de palomas mensajeras comenzó a operar desde el comienzo de la guerra. Fueron miles de ellas las que prestaron invalorables servicios enviando mensajes y por ello muchas las palomas que se hicieron acreedoras a la condecoración "Dickin" por sus servicios. Por ejemplo, la paloma "Winkie" mereció una medalla por volar 120 millas para informar sobre el lugar en que aterrizó de emergencia un bombardero en 1943. También fue condecorada la paloma "Ruhr Express" ese mismo año y "Commando" en 1944 junto con "Paddy" que llevó un mensaje desde las playas de Normandía cruzando el Canal Inglés en poco más de 4 horas. Otras palomas condecoradas por servicios distinguidos fueron "Mary of Exeter que prestó servicios con la resistencia en Francia y que en múltiples oportunidades logró escapar de los halcones alemanes. En Normandía también se emplearon miles de palomas en apoyo a las fuerzas Aliadas de desembarco.
Pero no todos los usos de las palomas mensajeras fueron pensados de manera conservadora por los británicos, también hubo propuestas para entrenar una suerte de palomas "kamikaze". Hacia finales de la guerra, el MI-14 planificó el uso de armas biológicas con palomas mensajeras para atacar blancos enemigos transportando cargas explosivas y se sugirió también el uso de armas bacteriológicas Mil palomas mensajeras llevando cada una de ellas una cápsula explosiva de 2 onzas aterrizando en un blanco específico podían causar bastante daño si el blanco era seleccionado de manera adecuada, por ejemplo un depósito de combustible, de municiones o una instalación de radio o radar. La filosofía de tal práctica, según el Comandante de Ala WDL Rayner del MI-14 era que si ellos no lo hacían, tarde o temprano lo haría alguna potencia enemiga. Existía como precedente el uso de perros entrenados por el Ejército Rojo para meterse debajo de los tanques alemanes llevando cargas explosivas que eran detonadas cuando el animal se encontraba debajo del carro. Entre otros, el M-15 por intermedio del Teniente Coronel Tommy Robertson se opuso a tales prácticas y finalmente el proyecto fue archivado.
Recientemente los archivos de este proyecto fueron hechos públicos por los Archivos Nacionales del Reino Unido. Adicionalmente, según el expediente "Pigeon policy" (KV 4/229-231) de 1945-1947, se refiere al establecimiento de un Sub-comité del Comité de Inteligencia para examinar la política sobre las palomas mensajeras y de la Unidad de Halcones Anti-Palomas Mensajeras. Entre 1947 y 1949 (KV 4/230) se mantuvo el comité y se consideraba aún el mantenimiento de los palomares para un posible uso futuro, pero en mayo de 1950 ante la presentación del presupuesto para el mantenimiento de los palomares, el Servicio de Seguridad tomó la decisión de dar por cancelado el proyecto, pues en cinco años las palomas mensajeras casi no fueron utilizadas. (KV 4/231)
Proyecto ORCON
En Estados Unidos, B. F. Skinner propuso el Proyecto ORCON (Organic Control) que consistía en guiar un misil Pelícano por medio de palomas mensajeras. La idea fue evitar las contramedidas electrónicas empleadas por los alemanes para interferir a los misiles guiados mediante el empleo de animales a los cuales se les privaba de alimentos durante largo tiempo, antes de la misión. Las palomas se colocaban dentro del misil delante de una pantalla de vidrio cubierta con óxido de estaño (SNO2) llamado también Casiterita que es un semiconductor tipo-N. Las palomas picaban en el lugar donde aparecía el blanco y como recompensa recibían un grano de maíz. Cuanto más rápido picaba la paloma, más granos recibía y si el misil derivaba fuera de rumbo, la hambrienta paloma picaba en la dirección donde estaba despareciendo la imagen del blanco. En la pantalla conductora mediante el principio del Puente de Wheatstone se generaba una señal eléctrica que corregía el rumbo del misil al ser aplicada al servomecanismo de corrección del rumbo. El Comité de Investigación de Defensa Nacional dispuso de una partida de US$25.000 para el proyecto que logró algunos éxitos, pero nunca fue tomado muy en serio por los altos mandos militares. El proyecto se canceló en octubre de 1944 pues existían otros proyectos con mayores probabilidades de éxito que bien merecían la asignación de esos recursos para completarlos. El Proyecto ORCON fue reactivado en 1948 durante la Guerra Fría pero finalmente fue cancelado en 1953.
Aunque parezca extraño en esta época de alta tecnología, actualmente los ejércitos de Francia, Suiza, Israel y China mantienen el servicio de palomas mensajeras y recientemente, durante la Guerra del Golfo, fueron usadas para enviar mensajes por ser inmunes a las interferencias electrónicas que afectan a los modernísimos sistemas de telecomunicaciones.
Fuente